F. Santana Pérez *, C. Torrens Cánovas**, G. Vilá**, M. Corrales**, E. Cáceres Palou**
Tipo de trabajo: Comunicación oral

Objetivo:

El tratamiento de las fracturas proximales del húmero sigue siendo controvertido. Diversos estudios apuntan mejores resultados funcionales con el tratamiento quirúrgico de las fracturas más desplazadas, pero en pacientes de edad avanzada la necesidad de más función sigue siendo tema de debate. El objetivo de este estudio es evaluar el resultado del tratamiento conservador de las fracturas del húmero proximal.

Material y métodos:

Se incluyen 70 fracturas consecutivas tratadas de manera conservadora. De ellas 29 se clasificaron como no desplazadas y 41 como desplazadas. La media de edad fue de 74 años. 14 varones y 56 mujeres. Entre las fracturas desplazadas hubo 17 fracturas de 2-partes, 1 fractura tuberosidad mayor, 6 fracturas-luxaciones, 10 fracturas en 3-partes de tuberosidad mayor y 1 fractura en 4-partes. A todas las fracturas se las analizó al año de seguimiento mediante la escala de Constant, el test de calidad de vida Euro-Qol5D y un estudio Radiológico.

Resultados:

Las fracturas no-desplazadas obtuvieron un Constant final de 73,58 mientras que en las desplazadas fue de 59,41. Se hallaron diferencias significativas en todos los ítems del Constant excepto en la rotación externa. No se hallaron diferencias significativas respecto a la percepción de calidad de vida entre los dos grupos. No se hallaron diferencias significativas entre los distintos tipos de fracturas. Los pacientes mayores de 75 a presentaban significativamente peor Constant (54,63) que los menores de 75 años (70,83) pero tampoco presentaban diferencias respecto a percepción de calidad de vida. Solo 1 paciente presentó necrosis cefálica en el seguimiento, correspondiendo a la fractura en 4-partes que se trató mediante prótesis invertida.

Discusión / conclusiones

: Las fracturas desplazadas tratadas mediante tratamiento conservador obtienen Constant aceptable (59,41) para el grupo de edad al que corresponden a pesar de ser significativamente inferior a las fracturas no-desplazadas. No se evidencian diferencias respecto a la percepción de calidad de vida. La tasa de necrosis cefálica es baja en este grupo de fracturas desplazadas. El tratamiento conservador de las fracturas del húmero proximal es aceptable en determinados grupos poblacionales a pesar de que la fractura esté desplazada.