V.J. López, E. Fernández(*) ,D. Sánchez(*) ,F. Fontg(*) . Peidro LL.
Tipo de trabajo: Poster

Objetivo:

En nuestra práctica clínica diaria, especialmente en los servicios de urgencia de nuestros hospitales, somos testigos de la incidencia creciente de fracturas de húmero proximal (FHP) producidas por traumatismos de baja energía. A pesar de ello, en la literatura, pocos estudios específicos correlacionan esta patología directamente con la osteoporosis. Nuestra hipótesis de trabajo se basa en que la FHP puede constituir un signo de alarma silenciosa de una osteoporosis subyacente.

Material y métodos:

Identificamos, en nuestro servicio de urgencias y en un periodo de 12 meses, a pacientes mayores de 55 años que tras un traumatismo de baja energía presentan una FHP. A los pacientes que cumplían los criterios de inclusión y aceptaban entrar en el estudio les realizamos una radiografia lateral de columna dorsolumbar que posteriormente digitalizamos mediante un sistema informático denominado MorphoXpress®. Se trata de un sistema de reconocimiento de imágenes, que utiliza un modelo estadístico para la identificación y el análisis de imágenes radiológicas estudiando comparativamente la morfometría de las vértebras y valorando la existencia de una deformidad o una fractura asociada a osteoporosis. Incluímos a 45 pacientes. Fueron 37 mujeres y 8 hombres con una edad media de 74 años.

Resultados:

Un 33% de los pacientes referían antecedentes de dolor lumbar crónico. La digitalización de la radiografía de columna y su procesamiento demostró la presencia de 1 o más lesiones vertebrales (tipo acuñamiento o fractura vertebral establecida) en veintidós de los cuarenta y cinco pacientes (48 %).

Discusión / conclusiones:

La FHP constituye un signo indirecto de osteoporosis severa. Característica que se debe tener en cuenta, por la gran influencia que produce en la estabilidad de los diferentes métodos de osteosíntesis a utilizar. En nuestro estudio introducimos una nueva herramienta que puede ser útil para realizar un cribaje de pacientes que se podrían beneficiar de un tratamiento precoz de su osteoporosis asintomática y de esa forma adelantarnos a futuras fracturas que resten años de calidad de vida de nuestros pacientes.