Comunicación: Oral | Tema: Hombro | Categoría: Fracturas
Autor: José Antonio Cano Martínez
Coautores: Gregorio Nicolás Serrano; Josefina Andres Grau; Francisco Picazo Marin; Jorge Heras Romero
Introducción
Las fracturas de extremidad proximal de húmero han aumentado en los últimos años debido al envejecimiento de la población y la mayor prevalencia de la osteoporosis Dichas fracturas, cuyo manejo clásico ha sido conservador, se operan cada vez con mas frecuencia debido a las mejoras en los sistemas de osteosíntesis asi como el uso cada vez mas frecuente y extendido de la artroplastia invertida de hombro.El objetivo de este estudio es valorar si en los pacientes mas añosos, cuando se decide la cirugía, la osteosíntesis con los nuevos diseños de placas, pese a la mala calidad ósea y la gran conminución que presentan, incluyendo el riesgo de osteonecrosis 2ª, sigue siendo una opción valida, o por el contrario, hay que pensar directamente en realizar una artroplastia invertida.
Materiales y Métodos
Estudio retrospectivo comparativo realizado en el HGU los Arcos del Mar Menor , donde se han incluido las fracturas de extremidad proximal de húmero tratadas con osteosíntesis con placa de nuevo diseño (tornillos bloqueados y poliaxiales) o bien mediante artroplastia invertida, durante el periodo 2008-2013, ambos inclusive, en pacientes mayores de 70 años, donde se valoran los resultados clínicos (Test de Constant, y Simple Shoulder Test) , asi como las complicaciones y la necesidad de una nueva cirugía.
Resultados
Se recopilaron 57 pacientes para estudio (28 pacientes intervenidos con placa y 29 con prótesis invertida).
Los 28 pacientes (11 hombres y 17 mujeres) intervenidos mediante placa , tenian una media de 36,12±8,4 meses de seguimiento y 73,3±1,5 años , siendo el lado izquierdo el afectado en 17 casos . La media del test de Constant en la última revisión fue de 55,8±4,5 y la del SST de 7,1±1,6. Los valores del test de Constant para el dolor fueron de 13,2, para las actividades de la vida diaria de 11,4, para el balance articular de 16,7 y de 14,5 para la fuerza.Se objetivaron 8 complicaciones en el estudio (28,5%), 7 de las cuales obligaron a reintervención(87,5% de las mismas, 25% del total): 1 paresia del nervio axilar , 2 intolerancias al material de osteosíntesis, 4 colapsos del foco de fractura por necrosis y penetración intraarticular de los tornillos y 1 desmontaje de la placa.
Los 29 pacientes(12 hombres y 17 mujeres) intervenidos mediante artroplastia invertida, tenían una media de seguimiento de 33,42±7,2 meses y 74,1±2,0 años , siendo el lado izquierdo el afectado en 17 casos. La media del test de Constant en la última revisión fue de 60,1±5,2 y la del SST fue de 7,8±1,9. Los valores del test de Constant para el dolor fueron 13,7, para las actividades de la vida diaria de 13,8, para el balance articular de 21,5 y de 11,1 para la fuerza. Se objetivaron 4 complicaciones en este grupo, 3 de las cuales se reintervinieron (75% de las mismas, 13,7% del total) : 1 paresia axilar, 1 infección, 1 disociación metaglena y glenosfera y una fractura periprotésica de húmero. El notch escapular aparece en 4 casos(13,7%), pero sin repercusión clínica.
Conclusión
La aparición de nuevas placas con tornillos bloqueados y poliaxiales ha permitido mejorar los resultados en el tratamiento de las fracturas de húmero proximal en pacientes mas ancianos, por ello, y pese a que la tasa de reintervenciones sigue siendo elevada (25%) respecto a la invertida (13,7%),consideramos que la placa puede seguir siendo la primera opción, dejando la artroplastia como rescate cuando fracasa la placa o bien implantarla de forma intraoperatoria, cuando la síntesis no es posible.